Estoy segura de que todas las novias, hasta las más cínicas, no podrían nunca meterse en contra de las tradiciones; me refiero a las pequeñas normas que tenemos absolutamente que respetar el día de la boda para propiciar la buena suerte: no hacerlo significaría desafiar la suerte y enemistarse el destino.
Un dicho inglés
Un antiguo dicho inglés de edad Victoriana nos recomienda: “Something old, something new, something borrowed, something blue; and a silver sixpence in her shoe”. Literalmente: “Algo viejo, algo nuevo, algo prestado, algo azul; y una moneda de plata de seis peniques en su zapato”.
¿Buena suerte o tradiciones?
Aquí las futuras novias pueden divertirse pasárselo pensando en qué pueden hacerse regalar por la abuela, tal vez un collar prestado por su madre, o qué se pueden comprar de nuevo especialmente para la ocasión.
¿Y el algo azul? Bueno, por eso existen muchas ideas y sugerencias para tener un pequeño complemento azul. Lo más importante es que no desentone con la elegancia del vestido y se combine perfectamente en el conjunto.
¿Por qué algo azul?
Esta tradición nació en Israel: aquí las novias se casaban con un vestido azul, el color que evoca el azul del cielo, y que se utilizaba no sólo como símbolo de pureza y sinceridad sino también de fidelidad y amor duradero.
El azul que está escondido
Vamos a ver cómo se puede combinar este color con un perfecto atuendo de novia.
Entre las soluciones más discretas, la más usada es la liga: con un pequeño detalle o totalmente azul, incluso si es escondida atraerá la buena suerte. Pero ojo al vestido: mientras la liga es perfecta por debajo de un vestido amplio y voluminoso, se podría notar por debajo de un vestido ligero o ajustado.
Otra solución “invisible” puede ser la de coser un pequeño lazo azul en la parte interior del vestido, o también decidir por una lencería con detalles azules.
Preciosas joyas azules
Pasamos ahora a las soluciones “visibles”: es cierto que elegir una joya con una piedra preciosa azul, como aguamarina, zafiro o ópalo, es una solución perfecta siempre y cuando no sea muy elaborada, sino elegante.
Un toque de azul a los zapatos
Los zapatos también nos pueden ayudar: muchas novias deciden para calzados adornados con una pequeña decoración azul, como por ejemplo un corazón de diamantes de imitación o un pequeño lazo de raso, algo discreto que se entrevé bajo el traje. Las novias más atrevidas podrán elegir zapatos completamente azules, unas décolleté de satín que le dan un toque de carácter al atuendo.
Algo azul en el pelo
Una idea interesante puede ser la de utilizar el peinado sirviéndonos de una decoración que incluya nuestro “algo azul”: podemos elegir entre una clásica diadema o un broche con cristales de color.
Un ramo de flores azules
Por último, entre las mejores soluciones hay la de usar un ramo de flores donde predominen los tonos azules, o que tenga flores de este color.
Rosas, hortensias, gerberas, margaritas, la elección de flores azul nos permite abarcar muchísimas variedades que pueden satisfacer todas las preferencias. Podemos también usar las mismas flores para embellecer el peinado, con botones o con un tocado o una diadema floral, una solución ideal en caso de una boda boho chic o eco chic.
Un salón azul
Si por un lado la tradición requiere que la novia vista algo azul, por el otro podemos interpretar con fantasía y creatividad el dicho inglés.
Podemos optar para una paleta azul para el tono general de la boda, usando nuestro color afortunado para las decoraciones de las mesas, para los marca puestos, o para dar un toque de color tanto a las decoraciones florales como a los detalles de boda, y también al pastel de bodas.
Resumiendo, no importa si nuestro “algo azul” esté escondido o evidente y que complete nuestro traje, o que hasta sea el tema principal de nuestra boda: lo importante es que sea un invitado presente y elegante en nuestra celebración.